29 de juny 2010

"A Mí El Miedo Se Me Convierte En Rabia, Y La Rabia, En Acción"

Pilar Mateo, doctora en Químicas, ha creado una pintura que salva vidas
IMA SANCHÍS, 28 de junio de 2010 - LA CONTRA - LA VANGUARDIA


50 años. Nací y vivo entre Valencia y Bolivia. Casada por segunda vez y con dos hijos. El conocimiento en acción me parece la base fundamental para sacar adelante los pueblos. Soy cristiana. Charo González cuenta mi historia en El vampiro de los pobres (La Esfera de los Libros).

Cómo llegó a su pintura milagrosa?

Toda mi vida ha estado vinculada a la providencia. De hecho, nunca tuve nada que ver con los insectos, mi especialidad es la ingeniería química, pero mi padre tiene una fabrica de pinturas.

Entonces, ¿fue casualidad?

Leí en la prensa que habían cerrado un hospital porque había bichos por las paredes. Creé una pintura insecticida, registré la patente mundial y le dije a mi padre que le iba a hacer millonario porque aquella pintura podía acabar con mosquitos y cucarachas.

Pero se convirtió en pintora de brocha gorda.

Apareció un médico boliviano y me explicó que en su pueblo la gente se moría en masa por el mal de Chagas, una enfermedad mortal que transmite una chinche, la vinchuca. Me impactó muchísimo. Lo dejé todo y, aunque mis hijos eran muy pequeñitos, me fui a Bolivia con cierta prepotencia.

¿Prepotencia?

Pensaba que en un mes lo solucionaba todo. Después de un día de caminos imposibles, llegué a mitad de trayecto a medianoche. Allí me esperaban 30 mujeres guaraníes para hablarme de esa enfermedad que llevaba cien años matándolos. Me puse a llorar.

Aterrorizada por las expectativas.

Viven con miles de vinchucas en las casas que llegan a tener el tamaño de una cucaracha. Si enciendes una luz a medianoche, es el terror, ves una cortina de vinchucas que bajan por las paredes en busca de víctimas.

Qué espanto.

Mi sorpresa fue que en la mayoría de los poblados no había paredes, las casas eran cuatro palos, no había donde pintar. Entendí que el trabajo era mucho más profundo. Fui para un mes y me quedé un año viviendo en comunidades indígenas; en una de ellas había 700 niños huérfanos por chagas. Y desde entonces estoy más allí que aquí.

¿Cuáles son los síntomas?

Cuando el parásito que deja en la sangre la vinchuca llega al corazón, al colon o al esófago, empieza a crecer hasta que revienta el órgano. Los síntomas son cansancio y, por tanto, una dejadez tremenda.

¿Se puso a hacer casas?

Sí, empezamos a hacer adobe como se hacia en la prehistoria, compacto e impermeable para poder pintarlo, y organicé a las comunidades en grupos para hacer viviendas.

¿Sola?

Los primeros años, sí. Ahora ya tengo un equipo de vinchuqueros. ¿Pero qué haces cuando vas a un lugar donde hay hambre, enfermedad, no hay trabajo, no hay nada?

¿?

Movilización social: casas, escuelas, incluso adecenté un cuartel lleno de vinchucas. A cambio, pedí al coronel mano de obra, treinta soldados para levantar escuelas en mitad de la selva. También organicé cooperativas de mujeres para hacer artesanía y 25 equipos de fútbol de madres.

Veo que le gusta el fútbol.

Sí, y ha sido fundamental porque ha cambiado los roles; hoy son respetadas por sus hijos. También tenemos dos escuelas de fútbol para niños, un centro de internet, vacas.

¿Aparecieron voluntarios?

Sí, y amigas. Con una empresaria de Canadá a la que le gusta hacer pasteles creamos una escuela de hostelería. Con otra amiga periodista creamos el programa Mujeres sin Fronteras, que es muy conocido.

¿Y su familia?

Hoy mis hijos y mi madre están integrados, vienen durante los veranos y tienen sus proyectos. Mi madre, el programa radiofónico Las recetas de la abuelita, y mi hija, Campamentos sin Fronteras.

¿Y cómo ha funcionado su pintura?

En las casas en las que han nacido niños desde hace seis años no hay ninguno con chagas. Ahora el proyecto es enorme.

La llaman el Ángel Blanco.

Hubo un gran mburuvicha que predijo un gran genocidio causado por un insecto, pero que vendría un ángel de tierras lejanas a salvarlos, y como yo para pintar llevo un mono blanco, dijeron que yo era el ángel.

¿Usted qué ha aprendido?

La pintura me ha dado la posibilidad de denunciar una realidad que conozco. Las enfermedades se tienen que solucionar haciendo viviendas dignas y tratamientos.

No hace falta inventar nada.

No. La mitad del planeta se muere de enfermedades que aquí hemos erradicado hace 50 años, sobre todo vinculadas con la higiene. La vacuna de la malaria es estupenda, pero hay otras maneras de erradicarla. Voy a liderar un gran proyecto de malaria.

Doce años viviendo entre indígenas.

Otro mundo, en el que antes de ir a cazar piden permiso a la tierra. Son respetuosos hasta con la muerte. Cuando un guaraní está moribundo, se reúnen a su alrededor y le explican lo que ha sido su vida.

Bonita manera de marcharse.

Gracias a ese aprendizaje, hace dos años, cuando mi padre se moría, supe reunir alrededor de su cama a mis hijos, que le tocaban los pies, y a mi madre, que le daba la mano, mientras yo le hacía un masaje en el corazón y le decía: "Lo has hecho todo en la vida, eres un gran hombre, estamos muy orgullosos de ti, vete tranquilo".

¿Usted no temía a la vinchuca?

A mí el miedo se me convierte en rabia, y la rabia, en acción. También sufrí amenazas: hay mucha gente que vive de la pobreza.

"Nací Sin Brazos, Pero No Me Pongo Límites Por Eso"

John Foppe, hombre completo
VÍCTOR-M. AMELA, 18 de junio de 2010 - LA CONTRA - LA VANGUARDIA

Tengo 39 años. Nací y vivo cerca del Misisipi. Soy asesor: ayudo a transformar sueños en resultados. Estoy casado y tengo una hija de tres años. ¿Política? ¡Basta de ideas discapacitantes! Soy creyente. Eres un discapacitado si te resistes a sortear barreras.

¿Cómo le doy la mano?

Apriéteme el hombro.

Encantado.

Igualmente.

¿A qué edad supo que le faltaban los brazos?

Al ir a la escuela, a los cinco años, me di cuenta de mi diferencia. Y sentí angustia y miedo, vergüenza y autocompasión.

¿Qué fue lo más duro?

Intentar acoplarme unos brazos ortopédicos: me daban calor, peso, era espantoso.

¿Nació así?

Sí. Y con malformaciones en la cadera y escoliosis, aunque esto se fue corrigiendo.

¿Cuál es la causa de su falta de brazos?

Desconocida. Somos siete hermanos, y sólo yo nací así.

¿Qué le decían sus padres cuando volvía triste del colegio?

"No eres menos que nadie por no tener brazos". Pero yo sí me tenía por menos y me autocompadecía... Y no hacía nada por mí.

¿Nada?

Como despertaba compasión, la utilizaba: tenían que hacérmelo todo, desde vestirme por la mañana. Pero sucedió algo...

¿Qué pasó?

Quise ir a las colonias del colegio. Y mis padres decidieron aplicarme el amor rudo.

¿Qué es el amor rudo?

Iría a las colonias si demostraba que podía hacerme cargo de mí mismo. Y ordenaron a mi hermano, que me vestía cada mañana, que a la mañana siguiente no lo hiciese.

¿Y logró vestirse usted solo?

No. Y me desesperé. Mi hermano, pobre, quiso ayudarme: mi madre se lo prohibió. Me dejaron solo en la habitación, desnudo...

¿Y qué hizo usted?

Puse los calzoncillos en el suelo, coloqué un pie en cada agujero, me tumbé de espaldas, levanté las piernas, dejé que la prenda cayera en mis muslos, me arrastré hasta una cómoda y usé sus salientes para subírmelos…

Vaya gesta.

Yo gritaba, lloraba, suplicaba ayuda... Sentía mucho miedo... Me veía perdido. Quedé en el suelo en un charco de sudor y lágrimas... Fracasé, y algo se me rompió por dentro..

¿Qué se le rompió?

La fe en la vida...

...

Pero luego reaccioné decidiendo que si había sido testarudo para no hacer nada, ¡ahora lo sería para actuar! Y así abandoné toda la rabia y la pena a un lado..., y actué.

¿De qué modo?

Pedí calzoncillos con gomas, y ropa fácil de ponerme, y un reloj de pulsera con gomas...

¿Dónde se lo puso?

En el tobillo, ¿ve? Y me adiestré en usar los pies para todo.

¿Qué es capaz de hacer con sus pies?

Escribir, dibujar, pintar, pasar hojas, cocinar, usar cubiertos, coger un vaso, conducir mi coche, llamar por teléfono, rascarme la cabeza..., ¿ve?

Sí.

Pero todo esto no tiene mucha importancia.

Hombre...

Lo que importa es dejar de ser espectador de las cosas: pasar a ser actor protagonista.

¿Y cómo vivió su adolescencia, cuando quería ligar?

Ellas querían ser sólo amigas. Y sufrí... Pero luego me relajé y decidí disfrutar de las cosas... Y entonces llegó mi pareja, Christine, igual que Meg Ryan: mírela en esta foto...

¿Qué le gustó a Christine de usted?

Mi amor por la vida. Ella tenía un novio culturista, guapísimo..., pero muy quejica, que odiaba mojarse el pelo... Cuando Christine vio como yo me tiraba de cabeza al mar...

¿Cuál es su lema, John?

Ser antes de hacer, hacer antes de tener.

Explíquemelo.

La gente suele decirse "¡no tengo dinero!" o "¡no tengo tiempo!", y de eso deduce "¡no puedo hacer nada!". Y de eso concluye "¡no soy nada!". ¡Qué error!: es justo al revés. Convéncete de esto: ¡sí "eres"! Y con ese motor interno, el resto va viniendo.

Pero cuesta "ser".

Porque todos somos discapacitados... anímicos: "no puedo", "es imposible", "no hay nada que hacer", te dices. Y, convencido de que tienes razón, te acomodas en esa idea.

A veces pienso así.

¿Y crees tener razón en esto? Entonces eres un discapacitado... con dos brazos.

Vaya.

Si das por inamovibles tus límites, eres tan discapacitado como yo cuando creía imposible ponerme los calzoncillos por mí mismo.

Denos un consejo a los discapacitados.

Elige ser. Elige quién serás: ten una visión y conviértete en tu propia visión. ¿Cuál es tu excusa para no hacerlo, dime? Pregúntatelo. Yo no soy un gurú de esos, no: ¡yo sólo hablo de lo que sé porque lo he vivido!

¿Y qué sabe, al final?

Que fracasar consiste en no intentar demoler barreras. Así que en vez de repetirte "¡no merece la pena intentarlo!", repítete siempre "¡merece la pena intentarlo!".

¿Sean cuales sean mis circunstancias, mis límites físicos o materiales?

Aunque pueda parecerte que no, ¡siempre hay una alternativa! La realidad es lo que tú creas con tu percepción de las cosas. ¡Crea una realidad nueva, pues! Porque tú puedes elegir tu manera de ver el mundo. O sea, ¡puedes elegir el mundo! Pero sólo tú, nadie por ti. ¿Por qué eliges mutilarte?

Si volviese al vientre de su madre y pudiese elegir nacer con brazos, ¿lo haría?

¡No! Yo soy este que soy.